Los videojuegos se han convertido en el principal enemigo de los padres modernos, muchos padres consideran este pasatiempo como una pérdida de tiempo o incluso como el culpable de que sus hijos no realicen las tareas del colegio; luego de muchos años de cantaleta, regaños y peleas tenemos una buena noticia: se ha comprobado que los videojuegos tienen beneficios para los pequeños, así que no te preocupes demasiado solamente debes limitar su uso en exceso.

Como todo en la vida, los videojuegos también son malos de manera excesiva basta con que límites a tu hijo a menos de 3 horas pegado a su consola diariamente, así  evitarás el estrés y el regaño y él podrá aprovechar de los beneficios que brindan los videojuegos en la vida diaria. Aunque suene raro que un pasatiempo como los videojuegos traiga beneficios lo cierto es que estudios de varias universidades alrededor del mundo algunas de ellas estadounidenses y otras japonesas entre las más famosas han comprobado que quienes juegan incluso podrían llegar a ser más inteligentes ya que mejoran la capacidad cognitiva de manera significativa.

Los videojuegos también podrían retardar el envejecimiento del cerebro aumentando la materia gris del mismo, lo que ayuda a coordinar en mayor medida los movimientos pero también a expresar en mayor medida las emociones (sobre todo si hablamos de juegos de acción); entre otras cosas los videojuegos ayudan a mejorar la visión, aunque podría parecer que permanecer tanto tiempo observando una pantalla no resulta beneficioso lo cierto es que mejora los reflejos gracias a la cantidad de ayuda visual que incluyen sus creadores para hacer más atractiva la experiencia.

La creatividad, motricidad y concentración son otros beneficios que brindan los videojuegos además de estimular la memoria, debido a los comandos que normalmente los jugadores deben memorizar y la simetría de los movimientos en el juego que terminan convirtiéndose en repetitivos gracias a la práctica. En cuanto a emociones los beneficios no se quedan atrás, los videojuegos fomentan el entusiasmo y la felicidad por lo que está comprobado que reduce las sensaciones de dolor en los participantes funcionando casi como un medicamento.

La clave en los videojuegos está en una sola palabra: LIMITAR, limitar su uso diario, semanal y mensual; limitar no sólo el tiempo de juego sino también su contenido para que este no se fomente violencia y pueda contribuir con la agresividad, los videojuegos como la mayoría de las nuevas tecnologías resultan beneficiosas hasta cierto punto por ende es importante saber darle un buen manejo, así evitarás que se convierta en un problema para tu familia y en un instrumento distractor para tus hijos.