Cuando es de pensar en postre la mayoría de nosotros lo primero en que pensamos es en ¡helado!, pero también una gran mayoría de personas cuando piensa en helado se le viene a la mente ¡subir de peso!. Siendo sensatos son muy pocos los alimentos que no tenga dicho efecto sobre nosotros, pero hay una frase popular que dicta: “todo en exceso es malo”, y es muy cierto y obvio, si no controlamos nuestros hábitos alimenticios tarde o temprano tendremos que convivir con las consecuencias y no solamente hablemos de sobrepeso, hay alimentos que en exceso pueden traer problemas mucho más graves. Pero, ¿por qué privarnos de algo tan delicioso como el helado si ni siquiera conocemos sus beneficios más allá de su agradable y placentero sabor?.

Ahora, antes de seguir entendamos algo, un helado puede llegar a aportar tan solo el 10% de las calorías que necesitamos en un día si son helados caseros o artesanales, que tienen en su composición solamente un 6% de grasa.

Inclusive, según algunos estudios el helado antes que hacernos engordar puede ayudarnos a bajar de peso, éso si no son de procesos industriales que contiene demasiada azúcar y si consumimos de forma moderada.

El helado está hechos básicamente de dos ingredientes, leche y fruta. En ese sentido podemos encontrar en el helado múltiples beneficios ya que están enriquecidos con Calcio, pues este se encuentra en su principal ingrediente que es la leche y en algunas ocasiones en el yogurt que también puede usarse para hacer helado. El calcio ayuda a fortalecer nuestros huesos y dentadura y también nos provee energía, y un helado puede ofrecernos hasta un 15% de ración recomendada de calcio diaria.

También el helado nos ofrece una gran cantidad de proteínas, minerales y vitaminas, como por ejemplo vitamina A, B, C, D y E al estar hechos no solo de leche si no de frutas, entonces son una gran fuente de estos componentes necesarios para nuestro organismo. Es por eso que no es descabellado incluir el helado en nuestra dieta.

Realmente encontramos que el helado no presenta ninguna contraindicación mayor, más que de pronto ser consumido por personas que no toleran la lactosa pero esto se puede evitar si usamos leche deslactosada por ejemplo, y también podríamos hablar de los diabéticos, pero encontramos la solución en las Stevia o simplemente con el azúcar natural de las frutas.

Tambíen es importante recalcar que a parte del mito que dice que el helado engorda es mentira, tampoco es verdad que el helado de resfriado o gripe, y no solo se puede consumir en verano, también hay muchas combinaciones como por ejemplo comerlo con brownie caliente.

Por último, para aprovechar al máximo sus beneficios, lo ideal es que consumamos helado casero o artesanal en lugar del industrial, y para ello podemos recurrir desde cosas tan sencillas como moldes de vasos metálicos y el refrigerador de la casa,  hasta a elementos como máquinas de helados para la casa, que ni siquiera son caras comparado con poder aprovechar los beneficios del helado de forma permanente.