La maternidad es sin un duda uno de las etapas más bellas en la vida de una mujer, es un nuevo comienzo para observar el milagro que la naturaleza permite de formar una nueva vida; sin embargo, aunque el embarazo está lleno de nuevas expectativas también viene acompañado de grandes cambios para el cuerpo de la madre y por tanto el cuidado del mismo.

Los cambios en el cuerpo de la mujer cuando se encuentra gestando son diversos y aunque cada una los vive de una manera diferente de acuerdo a su estilo de vida antes del embarazo, su alimentación, su estado de ánimo, etc, lo que está comprobado es que la mayoría de estos cambios son provocados por las alteraciones hormonales que genera el nuevo ser al interior, pues el cuerpo hasta ahora empieza a asimilarlo.

Algunos de los cambios que más preocupan a las embarazadas por sus repercusiones a futuro son los cambios en la piel, estos al igual que todos los demás se ocasionan en diferentes etapas del embarazo y son más notables en algunas personas; los cambios en la piel o la dermis son más difíciles de tratar por lo que la mayoría de las mujeres tiene problemas para controlarlos debido a las molestias que estos ocasionan.

La piel es sumamente delicada durante la etapa de la gestación y puede presentar diferentes cambios que aunque son difíciles de combatir sí se pueden tratar de la mejor manera para que no se conviertan en un problema para la apariencia física posteriormente. Durante la gestación es común notar cambios como el oscurecimiento de algunas zonas del cuerpo como los senos o la línea del abdomen, otros cambios también pueden estar relacionados con espinillas y acné que seguramente si no has sufrido anteriormente de ellos desaparezcan después de dar a luz.

Otro cambio importante en la piel son las manchas que suelen aparecer en la cara, estas se notan más en personas de color por lo que pueden ser más oscuras que su tono de piel habitual; aunque todos estos cambios generan incomodidad y se convierten en un problema durante el embarazo existe uno en particular que genera mayor alerta al aparecer: las estrías.

Las estrías, aunque no aparecen en todos los casos sí lo suelen hacer al menos en el 60% de las embarazadas generando molestias no sólo por su apariencia sino también por la picazón, esta última es precisamente la culpable de la pigmentación de las misma; aunque resulte normal que salgan estrías debido al estiramiento de la piel lo que puede cambiar es la pigmentación de ésta que normalmente terminan convirtiéndose en marcas de por vida cuando se suelen rascar demasiado.

Las estrías pueden salir por diferentes razones, por un embarazo múltiple, el aumento de peso rápidamente durante la gestación o simplemente porque el bebé sea demasiado grande; para prevenir la aparición de estas es sumamente importante mantener la piel hidratada tanto en el día como en la noche, por eso aunque los aceites resulten ser una buena solución en la noche en el día no funcionan de la mejor manera ya que al tener contacto con la ropa la pueden manchar.

Las cremas anti estrías terminan entonces convirtiéndose en un gran aliado a la hora de prevenirlas, junto con el colágeno que ayuda a mantener la salud de la piel, resulta importante realizar masajes al menos cada 4 horas para que el estiramiento de la piel no resulte traumático, recuerda que no sólo la pancita resulta afectada por las estrías, los senos, piernas y glúteos también lo hacen debido a la subida de peso y el sobre estiramiento por eso es importante tener en cuenta todos los puntos del cuerpo.

Recuerda que la piel no sólo se debe tratar de manera externa, una alimentación rica en frutas y verduras pueden ayudar a que las estrías no aparezcan y si aparece una que otra basta con no rascarlas y tratarlas con una crema anti estrías, ya veras que todos los esfuerzos valdrán la pena.